Una de las regiones más salvajes y mejores conservadas de Europa, el sur de Polonia es tierra de bisontes, lobos, osos y linces al mismo tiempo. Enormes bosques que rebosan vida y senderos llenos de barro que cuentan mil historias escritas por los animales.

 

Los inviernos son duros y sobrevivir es difícil sin adaptarse, las comadrejas en esta región cambian el pelaje para camuflarse y poder cazar a pequeños roedores, los busardos ratoneros aprovechan cualquier trozo de carne por pequeño que sea aguantando las grandes peleas con sus congéneres y a los molestos cuervos. Cada uno de los habitantes de esta tierra compite y hace su función, una única esencia salvaje que se hace notar.

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Las imágenes son el resultado de dos semanas en este rincón salvaje, la primera en invierno (2017) y la segunda en verano (2018).

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